En este X Simposio tendremos la interesante ponencia de Guillermo Sullings, autor del libro Encrucijada y futuro del ser humano, los pasos hacia la Nación Humana Universal quien, desde su área de especialización, la economía política humanista presentará una alternativa de economía humanista planetaria.
Nos dice al respecto que, ante un problema global, la solución debe ser global o no será. Si pensamos que, en este momento de la historia, la aceleración de la crisis planetaria puede generar un vacío del que surja la necesidad de una civilización planetaria humanista, pues entonces, desde el punto de vista económico, debiéramos pensar en términos de una Economía Planetaria Humanista.
Pero un sistema económico no se define solamente por sus métodos productivos, sino fundamentalmente por la organización social que lo sustenta, en base a un sistema de valores que motivan y ordenan a la población. Hoy vemos como poco a poco el Dios Dinero fue ocupando el centro de la escena y se convirtió en el valor central de las sociedades. La mecánica capitalista de acumulación de la riqueza posicionó a una nueva “nobleza” en el poder, y las democracias se fueron transformando en verdaderas plutocracias.
¿Cuál será la crisis terminal de este sistema que acelerará el despertar de las poblaciones? ¿Será un conflicto nuclear, una crisis financiera sin precedentes, un caos social inmanejable, o un desastre ecológico mayúsculo? ¿tal vez todo junto?
Nos encontramos en una encrucijada, no se puede seguir creciendo a expensas de la depredación planetaria, pero por otra parte hay vastos sectores de la población mundial que necesitan desarrollarse, y la única solución posible (salvo que aceptemos el exterminio de media humanidad), es la de redistribuir los recursos a nivel global. Solo se podrá salir de esta encrucijada mediante un verdadero salto de la humanidad hacia un cambio cultural que ponga al ser humano en contacto con sus más elevados valores y sus profundas aspiraciones.
El Instituto Humanizar presentará una producción colectiva donde expondrá la propuesta de construcción de una sociedad humanista como un nuevo horizonte para una democracia real con vigencia plena de los derechos humanos. En un mundo cada vez más desigual, donde el acceso a los derechos fundamentales está condicionado por el poder económico, se hace imperativo repensar nuestras estructuras políticas y sociales. ¿Es posible un modelo de sociedad que realmente garantice el bienestar de todos los seres humanos? En esta presentación estará a cargo de Lía Méndez, Gabriel Bulgach y Jorge Pardés.
En el marco de la crisis de representatividad en las democracias actuales lejos de ser el medio a través del cual el pueblo gobierna, han dejado de responder a las necesidades de la mayoría. Los representantes electos, una vez en el poder, se distancian de aquellos que los eligieron y terminan actuando en función de intereses particulares, ajenos al bienestar común.
Este modelo, que otorga un "cheque en blanco" a los gobernantes durante sus mandatos, perpetúa la desconexión entre las decisiones políticas y las verdaderas demandas sociales. Para revertir esta situación, es necesario implementar mecanismos de participación directa, como consultas populares y referendos vinculantes, que otorguen al pueblo una voz real en las decisiones que afectan su presente y futuro.
El acceso a los derechos fundamentales, como la salud, la educación, la vivienda y el trabajo, está condicionado por un sistema de mercado que privilegia el lucro sobre la vida humana. Esta mercantilización de la vida perpetúa las desigualdades, condenando a amplios sectores de la población a la pobreza y la exclusión social.
La propuesta de una organización social humanizadora, busca revertir esta situación mediante la implementación de políticas públicas que prioricen el bienestar de la población sobre las ganancias económicas. La renta básica universal, la nacionalización de sectores estratégicos y la inversión en salud y educación son algunas de las medidas clave para garantizar que todos los seres humanos puedan disfrutar de una vida digna.
Otro de los grandes desafíos de nuestro tiempo es el control que las grandes corporaciones ejercen sobre los medios de comunicación. Estos medios, dominados por el capital financiero, juegan un rol crucial en la construcción de sentidos. Las narrativas que promueven, legitiman el statu quo y dificultan la organización social necesaria para el cambio.
El camino hacia la Nación Humana Universal requiere la democratización de la comunicación. Esto implica regular el uso de los algoritmos y la inteligencia artificial para ponerlo al servicio del desarrollo humano y no de los intereses de los que detentan el poder, asegurando que todos los pueblos tengan acceso a una información veraz y plural y en la que la libertad de expresión no sea solo una potestad de los medios de comunicación.
El camino hacia la Nación Humana Universal, implica un modelo de sociedad donde el progreso sea para todos, sin exclusiones. En este modelo, los derechos humanos no son meras aspiraciones, sino realidades efectivas que guían el desarrollo social y económico. Solo a través de un modelo de sociedad humanista, que realmente priorice la vida humana por sobre los intereses del mercado, podremos construir un futuro donde todos los seres humanos vivan en condiciones de igualdad y dignidad.
La crisis actual nos ofrece una oportunidad única para reimaginar nuestras estructuras políticas y sociales. Poniéndolas al servicio de los derechos humanos, donde la democracia sea real y el bienestar de todos sea el centro de las políticas públicas. Esta utopía en marcha es una posibilidad concreta que puede transformar el mundo y abrir el camino hacia un futuro más justo y equitativo.
Teremos uma apresentação inovadora neste X Simpósio sobre Cidade Do Futuro, instrumento político formado no início de 2013 na cidade de Rosário, a partir da confluência de dois movimentos sociais autônomos da cidade, o movimento Giros e o Movimento 26 de Junho, movimentos sociais que são referenciados na tradição das experiências pós-2001.
Apresentarão em concreto o método de construção política que tem, segundo sua experiência, um poder de convicção muito maior do que dar uma discussão política em abstrato. Eles nos dizem que, para construir um mundo onde cabem muitos mundos, precisamos convidar e convencer que existe uma maneira diferente de gerenciar educação, cultura, produção, marketing, organização comunitária. Nosso trabalho propõe uma forma de fazer isso.
Contarão a experiência de construção desse chamado "partido do movimento" que é Cidade Do Futuro, cujo objetivo não é apenas representar nas instituições do Estado, mas ser uma expressão materializada da sociedade em movimento.
É um instrumento político onde:- projetos territoriais,- escolas,- cantinas/casas comunais,- espaços culturais,- unidades produtivas, marketing,- mídia, - mandatos populares no Conselho municipal de Rosário e outras localidades da província de Santa Fé, e políticas prefigurativas de escala, como a urbanização de Nuevo Alberdi ou a empresa pública de alimentos coexistem.
Todos esses projetos convivem no mesmo instrumento porque há uma hipótese de construção política por trás disso: esse processo crítico de desafeto que a sociedade tem com a política deve ser suturado de alguma forma. Isso é feito de baixo para cima, aproximando a tomada de decisões de onde essas decisões têm impacto e vinculando os problemas do cotidiano à política. Buscamos captar no presente pedaços daquela cidade e daquela sociedade que queremos para o amanhã.
Todos concordamos que existe um modelo injusto de produção de alimentos, que a educação é importante, que a cultura é fundamental, etc, mas poucos podem dizer o que é um modelo justo ou como seria. É aí que Ciudad Futura nos mostra em menor escala, através de uma prática prefigurativa e concreta, que existe um modelo diferente.
Este trabalho será apresentado por Epifan Mitsuba Estefan Mitsuba Bianco e Alejandro Gelfuso. Estefan Mitsuba é membro do Ciudad Futura. Coordenador Territorial da futura circunscrição do centro da cidade. Coordenador das escolas de formação da Fundação cidades sem medo-Cidade Do Futuro. Alejandro é membro do Ciudad Futura. Fatos-Mídia Cidade Do Futuro. Coordenador Provincial de desenvolvimento da Cidade Do Futuro. Licenciatura em Comunicação Social UNR. Doutor em Ciência Política.
Avremo una presentazione innovativa in questo X Simposio sulla Città futura, uno strumento politico formato all'inizio del 2013 nella città di Rosario, dalla confluenza di due movimenti sociali autonomi della città, il Movimento Giros e il Movimento 26 de Junio, movimenti sociali a cui si fa riferimento nella tradizione delle esperienze post-2001.
Essi presenteranno il metodo di costruzione politica in concreto che ha, secondo la loro esperienza, un potere di convinzione molto maggiore che dare una discussione politica in astratto. Ci dicono che per costruire un mondo in cui molti mondi si adattano, dobbiamo invitare e convincere che esiste un modo diverso di gestire l'istruzione, la cultura, la produzione, il marketing, l'organizzazione della comunità. Il nostro lavoro propone un modo per farlo.
Racconteranno l'esperienza della costruzione di questo cosiddetto ”partito del movimento" che è Città Futura, il cui obiettivo non è solo quello di rappresentare nelle istituzioni statali, ma di essere un'espressione materializzata della società in movimento.
È uno strumento politico in cui coesistono:- progetti territoriali,- scuole,- mense/case comunali,- spazi culturali,- unità produttive, marketing,- media, - mandati popolari nel consiglio comunale di Rosario e in altre località della provincia di Santa Fe, e politiche prefigurative di scala come l'urbanizzazione di Nuevo Alberdi o l'Azienda alimentare pubblica.
Tutti questi progetti coesistono nello stesso strumento perché dietro c'è un'ipotesi di costruzione politica: questo processo critico di disaffezione che la società ha con la politica deve essere in qualche modo suturato. Questo viene fatto dal basso verso l'alto, portando il processo decisionale più vicino a dove queste decisioni hanno impatto e collegando i problemi della vita quotidiana con la politica. Cerchiamo di catturare nei pezzi presenti di quella città e di quella società che vogliamo per domani.
Siamo tutti d'accordo sul fatto che esiste un modello ingiusto di produzione alimentare, che l'istruzione è importante, che la cultura è fondamentale, ecc., ma pochi possono dire cos'è un modello equo o come sarebbe. È qui che Ciudad Futura ci mostra in scala ridotta, attraverso una pratica prefigurativa e concreta, che esiste un modello diverso.
Questo articolo sarà presentato da Epifanía Estefanía Bianco e Alejandro Gelfuso. Estefanía è membro di Ciudad Futura. Coordinatore territoriale della circoscrizione del Futuro centro città. Coordinatore delle Scuole di Formazione della Fondazione Città Senza Paura-Città Futura. Alejandro è membro di Ciudad Futura. Fatti-Media Città futura. Coordinatore provinciale per lo sviluppo di Future City. Laurea in Comunicazione Sociale UNR. Dottorato in Scienze Politiche.
Nous aurons une nouvelle présentation dans ce Symposium X sur Futura City Un instrument politique formé au début de 2013 dans la ville de Rosario, de la confluence de deux mouvements sociaux autonomes de la ville, du mouvement Giros et du mouvement du 26 juin, social Mouvements référencés dans la tradition des expériences post-2001.
Ils présenteront la méthode de construction politique spécifique qui a, selon leur expérience, un pouvoir de conviction beaucoup plus que de donner une discussion politique dans le résumé. Ils nous disent que pour construire un monde où de nombreux mondes, nous devons inviter et convaincre qu'il existe une façon différente de gérer l'éducation, la culture, la production, le marketing, l'organisation communautaire. Notre travail propose un moyen de le faire.
Ils compteront l'expérience de construction de cette «partie de mouvement» ainsi appelée qui est une future ville, dont l'objectif est non seulement de représenter dans les institutions de l'État mais d'être une expression matérialisée de la société en mouvement.
Il s'agit d'un instrument politique où ils coexistent: - projets territoriaux, -escueas, -comadores / maisons communautaires, espaces culturels, province de Santa Fe et des politiques à l'échelle préfigurative telles que l'urbanisation de Nuevo Alberdi ou la société d'alimentation publique.
Tous ces projets vivent dans le même instrument car derrière il y a une hypothèse de construction politique: à ce processus critique de désaffection que la société a avec la politique doit être suturé d'une manière ou d'une autre. Cela se fait de bas en haut, en prenant des décisions où ces décisions ont un impact et liant les problèmes de la vie quotidienne à la politique. Nous cherchons à capturer dans les pièces actuelles de cette ville et cette société que nous voulons demain.
Nous convenons tous qu'il existe un modèle injuste de production alimentaire, que l'éducation est importante, que la culture est fondamentale, etc., mais peu peuvent dire ce qu'est un modèle juste ou ce qui serait. C'est là que Ciudad Futura nous montre à plus petite échelle, grâce à une pratique préfigurative et concrète, qu'il existe un modèle différent.
Cet article sera présenté par Epiphany Estefanía Bianco et Alejandro Gelfuso. Estefanía est membre de la ville de Futura. Coordinateur territorial de la circonscription Centro de Ciudad Futura. Coordinateur des écoles de formation de la Fondation des villes sans crainte de villes. Alejandro est membre de Ciudad Futura. Faits - Moyen de communication Ciudad Futura. Coordinateur du développement provincial de Ciudad Futura. Baccalauréat en communication sociale Unr. Doctorat en science politique.
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Nessuno mette in dubbio quanto diverso sia l’attuale rapporto con l’ambiente e la società rispetto al passato e quanto sia cambiato il rapporto tra gli uomini e la società stessa. Intendiamoci, non sono tra quelli che dicono “si stava meglio quando si stava peggio”; niente di più insincero (anche chi lo afferma, omette di dire che oggi ha quel lusso a cui, guarda caso, non vuol rinunciare) e sbagliato.
Un esempio? Molti hanno scritto del Medioevo come il tempo dei secoli bui. La convinzione è connessa anche a diversi falsi miti, e superstizioni, su mille anni di storia: dalla caccia alle streghe, allo ius primae noctis, alla cintura di castità fino il fenomeno della terra piatta. Niente di più falso.
Chi non ricorda il 31 dicembre 1999, data di passaggio del millennio. Era stata ventilata l’apocalisse di natura tecnologica: all’avvicinarsi del 2000 il terrore fu diffuso dal Millenium Bug, un potenziale difetto informatico che si rivelò meno grave, e diffuso, del previsto.
Un fatto analogo accadde il 31 dicembre 999. Allo scattare dell’anno 1000, secondo alcune interpretazioni dei Vangeli apocrifi, si sarebbe esaurita la vita della cristianità: la data di scadenza dell’uomo era, per alcuni, fissata al compimento dei mille anni dalla nascita di Cristo. In realtà, buona parte dell’attesa millenaristica fu attribuita al Medioevo dalla storiografia successiva, che dando a quell’epoca incertezze e superstizioni voleva legittimare lo sviluppo culturale successivo.
Per via di un cortocircuito nato da diverse ricostruzioni da parte degli autori delle prime cronache storiche, si è diffusa la convinzione che, all’inizio dell’anno 1000, si sarebbe diffusa una sorta di psicosi nella gente dell’epoca, giacché quella cifra tonda doveva essere, per qualche ragione, foriera di gravi catastrofi e preannunciare l’imminente fine del mondo. Pensiamo che nella società di allora non si dava neanche importanza al calendario, ci si orientava piuttosto sulla base delle ciclicità del mondo contadino.
Quante volte, per screditare qualcosa, si sente dire che è roba da Medioevo senza rendersi conto che proprio nel Medioevo sono nate anche le Cattedrali e le Università. Cerchiamo allora di sfatare queste dicerie (cosa dire del ’900? Ha generato regimi totalitari, terribili genocidi, due guerre mondiali, bombe atomiche, e altro).
Siamo nel Medioevo quando Lorenzetti dipinge l’Allegoria del Buono e del Cattivo Governo e i suoi effetti in città e in campagna. Considerata la prima pittura di carattere laico e civile della storia dell’arte italiana (commissionata dal guelfo Governo dei Nove), fu voluta in un periodo di carestie, di sommosse e di generale instabilità per rassicurare i senesi della bontà e della giustizia del governo, dimostrando che quando le azioni dell’uomo governano il territorio, rispettandolo, tutto avviene in perfetta armonia.
Tornando al tema dell’Umanesimo attuale non possiamo non ricordare che il vecchio Umanesimo (‘400) perseguiva la curiosità per il vasto spettacolo del mondo; l’amore per gli antichi; la passione per le arti come suprema manifestazione della creatività umana e come ricerca dell’armonia; l’ideale dell’uomo virtuoso, che cerca di forgiare il proprio destino. Si affermava il primato della vita attiva su quella contemplativa e si negava all’erudito il diritto alla solitudine, imponendogli, al contrario, di vivere e operare nella società.
La nostra società ha subìto grandi cambiamenti negli ultimi 100 anni. Il boom economico (anni ‘60 del ‘900) rimodellò le classi sociali. L’analfabetismo scomparve; nacquero nuove professioni e l’azienda artigiana, la piccola e media impresa, diventò soggetto attivo principale nell’economia italiana ed europea; l’agricoltura si meccanizzò e le aziende agricole occuparono il posto dei latifondisti; nacquero i nuovi ricchi e nuove figure intellettuali portarono linfa a una nuova era, compresa la globalizzazione. Ma si affievolì, fino a sparire, il rapporto umano.
Fino a 100 anni fa il territorio extraurbano era curato, amministrato, gestito (non solo quello agricolo, ma anche quello per la pastorizia e la silvicoltura). I boschi, dove le bestie addomesticate non potevano pascolare, erano curati dai cittadini: toglievano rami e tronchi secchi per scaldarsi, ripararsi e nutrirsi. La natura faceva parte del ciclo economico della società. Anche l’appropriazione dell’incolto era regolamentata.
Non possiamo certo pensare a un futuro senza sviluppo ma, quest’ultimo, non può prescindere dalla salvaguardia del territorio e dell’ambiente.
Nel 1987 fu definito il concetto di Sviluppo Sostenibile quando: «soddisfa i bisogni del presente senza compromettere la possibilità delle generazioni future di soddisfare i propri bisogni».
Nel 2001 l’UNESCO amplia il concetto con «La diversità culturale è necessaria per l'umanità quanto la biodiversità per la natura (...) la diversità culturale è una delle radici dello sviluppo inteso non solo come crescita economica, ma anche come un mezzo per condurre un’esistenza più soddisfacente sul piano intellettuale, emozionale, morale e spirituale».
I riferimenti alla sua sostenibilità sono necessari per affrontare il tema dell’Umanesimo nel momento attuale: significa guardare alla crisi climatica, alla salute, ai nuovi stili di vita e alla visione futura ma anche a quello che sta avvenendo, come stanno mutando i processi e come si succedono gli eventi. Questo significa che quando un sistema, o uno strumento, raggiunge la sua massima evoluzione e perfezione tutto cambia radicalmente.
Gli amanuensi: perfetti nel copiare libri, arricchiti con grafie, immagini stupende da apprezzare come quadri in miniatura, furono soppiantati, all’apice del loro splendore, dalla stampa. La riproducibilità di un libro più rapidamente hanno annullato il lavoro maturato per secoli dai monaci.
Che dire poi dei velieri: fasciame, corde, vele e carenature sempre più capaci hanno solcato i mari per secoli sfruttando i venti più propizi. Poi, al loro massimo sviluppo, l’avvento delle navi a vapore ha mandato in pensione i vascelli. E le mura a difesa delle città? Sviluppate all’inverosimile per dare riparo alle città: dalle palificate ai fossati fino ai contrafforti a stella per deviare le palle delle bombarde.
Stanno davvero mutando i processi? La prima ondata di pandemia l’abbiamo vista lontana, oggi la stiamo vivendo direttamente. Conosciamo il vicino che è stato infettato, sappiamo come sta e quali difficoltà ha avuto. Tutto è cambiato, a cominciare dai nostri comportamenti: dalla mancanza del moto quotidiano, al distacco da tutti, all’attenzione per tutto quello che tocchiamo o avviciniamo, allo stare a casa per giorni costringendoci alla visione televisiva di reality beceri e insulsi senza futuro.
Ci stiamo accorgendo che questo fenomeno non è più di tipo localistico ma globale. La peste colpiva la città e, per evitarla, si andava altrove (la racconta Boccaccio con la fuga da Firenze di 10 ragazzi in una villa circondata dalla natura e da una pace incontrastata - Decameron). Una domanda: il Covid-19 ha colpito il mondo perché non l’uomo non è stato capace di convivere con la natura?
È allora necessario un Nuovo Umanesimo?
L’uomo deve tornare in sintonia, e armonia, con Terra e Universo, natura e società. Sono questi gli elementi da cui partire per generare un Nuovo Umanesimo.
Il recentissimo regolamento (1° aprile 2021) istituisce il dispositivo per la ripresa e la resilienza (RRF - Recovery and Resilience Facility) stabilendo che nessuna misura inserita in un piano per la ripresa e la resilienza (RRP - Recovery and Resilience Plan) debba recare danno agli obiettivi ambientali (Art. 17 del Regolamento Tassonomia - UE 2020/852 - Parlamento Europeo per investimenti sostenibili) nell’ottica di non arrecare un danno significativo.
Stiamo ragionando al contrario partendo dai danni arrecati per far capire cosa non si deve fare. Un tempo la consapevolezza era quella che alterare gli equilibri era pericoloso e sottomettere il territorio significava andare contro natura.
Il territorio, storicamente, era ricoperto da boschi. Millenni fa, a patto di avere l’agilità di una scimmia, sarebbe stato possibile salire su un albero all’altezza della futura Reggio Calabria e, passando di ramo in ramo, scenderne all’altezza della futura Calais, di fronte alle bianche scogliere di Dover.
Oggi non è più così: trascurando i centri abitati, coltivazioni, aree prative, suffruticeti, arbusteti e lembi boschivi hanno sostituito in molte aree quello che sicuramente era un bosco compatto.
Torniamo ai boschi! Che si stia andando in questa direzione lo dimostra l’ultimo provvedimento del Ministero della Transizione Ecologica (16.3.2021) con un Programma Sperimentale per la Riforestazione Urbana, finanziando progetti per 18 milioni di euro per il 2021, legato alla “messa a dimora di alberi, il reimpianto e la selvicoltura ovvero la creazione di foreste urbane e periurbane”.
Parlando di nuovo umanesimo non possiamo non renderci conto di cosa abbiamo prodotto sul territorio urbano ed extraurbano. Recentemente pare che l’oggetto paesaggio abbia sostituito la città invertendo i rapporti tra società e territorio mettendo in risalto le principali contraddizioni legate all’insostenibilità dei nostri modelli di sviluppo economico e sociale. Ha anche messo in luce i rischi e le sfide ma ha definito il ruolo del paesaggio come dimensione strutturale dell’urbanistica.
Ma non possiamo ignorare la realtà. Esiste una fragilità della natura sul territorio dovuta ai nostri comportamenti che hanno generato disarmonia.
L’armonia è da sempre assimilata alla bellezza, all’accordo fra le parti, alla pace, alle giuste proporzioni, alla consonanza, alla completezza e alla continuità. Quale miglior esempio se non quello della musica. Gli accordi sono il linguaggio stesso dell’armonia in precisi rapporti fra le note. L’accordo perfetto, quello che unisce la tonica, la mediana e la dominante, rappresenta l’unione di note più gradevoli all’orecchio e precisi dal punto di vista fisico-matematico.
L’idea tradizionale di associare l’ordine all’equilibrio e il disordine al non-equilibrio va oggi, per certi aspetti, invertita. Anche il non-equilibrio crea delle strutture la cui coerenza supera persino quella delle strutture della fisica classica. L’accostamento che si fa fra armonia ed equilibrio va ripensato e raffinato, nel senso che un sistema lontano dall’equilibrio – fisicamente disarmonico e imprevedibile – può essere non solo studiato, ma se ne può cogliere un’intima coerenza che ovviamente non coincide più con l’idea tradizionale di coerenza alla quale siamo abituati.
Le moderne scienze della vita affermano, quando si basano sul principio che l’equilibrio perfetto è dannoso alla sopravvivenza di un organismo inserito in un ambiente complesso, che è necessaria una certa dose di disordine e di caos; questo permette di reagire meglio alle anomalie del mondo esterno e agli stati di crisi.
E allora? Per un nuovo umanesimo occorre intervenire sulla collettività per ricreare una “società” che si confronti e rifletta sul suo sviluppo in un’ottica diversa: quella che assieme si può superare anche la peggiore delle crisi. Non possiamo più accettare che prevalgano le ragioni dell’individualismo sul sistema dei valori e delle regole della collettività. Questo è possibile avendo fede nei valori della lealtà, della correttezza e della trasparenza, della giustizia sociale e della solidarietà.